Hakama. ¿Cuando y porque?
Como ya todos sabemos, la hakama fue utilizada originalmente como protección al montar a caballo. Originalmente se confeccionaba con tela gruesa y resistente. Se le añadieron distintos colores, patrones y acabados para aumentar su valor. Volviéndose un símbolo de estatus para nobles en general. Posteriormente se les dio a los pliegues valorización cultural e incluso filosófica.
En la tradición zen se consideraban como una reperesentación del mundo natural y lo hetereo junto con la dualidad del Yin y el Yang. Mientras que para las artes marciales simbolizaban las 7 virtudes básicas del Bushido: Meiyo, Yuki, Jin, Gi, Rei, Shin y Chugi. En este caso la Hakama se volvió uno de los símbolos más importantes. Pues no representa solo una vestimenta de estatus, sino la esencia de donde nace el Budo como lo conocemos hoy.
Para O’Sensei portar una hakama durante la práctica del Aikido era una señal de respeto y agradecimiento hacia los Kami. A causa de esto; cuenta Saotome M. Shihan que le resultaba tan importante que un día le prohibió el acceso por llegar sin ella. Sin embargo, después de la guerra las telas escasearon en Japón. En esa época los practicantes de Aikido se las ingeniaban para obtener sus Hakama. Se cuenta que reutilizaban telas de cortinas, cubiertas para futones; al igual que en algunos dojos de hoy en día, los Kohai heredaban estas de sus Sempai.
Debido a todas las dificultades, junto con la pobreza de varios practicantes. Muchos maestros decidieron que fuera parte del uniforme hasta el Shodan. Hoy en día multiples escuelas mantienen esa tradición. En otras forma parte del uniforme a partir de 3er Kyu. También pueden que sea permitido portarla únicamente hasta que el alumno tenga cierto control corporal que evite lesiones para él y los demás, o simplemente se porta dese un inicio como dictaba O’Sensei.
Su uso en el Aikido nos permite lucir de una manera muy particular las técnicas, algunas personas aseguran que esta facilita la práctica de suwari waza, e incluso hace más vistozo el manejo de Jo y Bokken. A consecuencia de esto la hakama se ha vuelto un símbolo de estatus para muchos practicantes que después de su esfuerzo por fin se les ha permitido vestirla. En algunos casos incluso representa un trofeo que se puede lucir y con el que dejan de lado la humildad.
Sin importar que reglas se sigan en nuestros dojo para portar la Hakama, deseo que nunca olvidemos su origen y significado. Y aunque posiblemente nunca pisemos el mismo tatami juntos, portemos este símbolo de manera digna y logremos representar al Aikido con el respeto que merece.